16) COCA
Nombre
científico:
Erithroxylum coca L.
Nombres
Populares:
coca, coca boliviana
Aspectos
Botánicos y Generales:
La hoja de coca proviene de especies arbóreas andinas entre las que se
conocen más de 200 correspondientes al género Erythroxylon, pero las
económicamente importantes y cultivadas son dos: la E.coca Lam var.
Coca. y la E. Novogranatense Hieron pertenecientes de numerosas
variedades silvestres emparentadas con estas dos especies en las
regiones de Perú y Bolivia, hace de ambos países los máximos
exponentes de su cultivo, domesticación y consumo.
La coca es
un arbusto perteneciente a la familia de las Erythoxylaceas, que puede
alcanzar los 5 metros de altura; aunque en cultivo suele podarse para
mantenerlo a ulna altura constante de 2 metros. Se caracterizan por
ser angiospermos y dicotiledóneos, con hojas sencillas ovaladas
dispuestas en forma simétrica, que alcanzan unos 4-8 cm de largo y
flores actinomorfas. Los frutos son de color pardo rojizo, de ahí su
denominación de Erythroxylácea.
La E. Coca
se cultiva en Bolivia, Perú y Ecuador, sobre todo en las regiones
tropicales Del este con alturas que van desde los 500 a los 2000
metros. También se cultiva en Taiwán, Sri Lanka e Indonesia. Si bien
es comun relacionar a la hoja de coca con el consumo de cocaína, debe
señalarse que esta planta ha constituido un cultivo tradicional de más
de 4000 años de historia en los territorios andinos de Sudamérica.
Hoy en
día, la coca pasa por una situación difícil para los gobiernos andinos
debido a la presión norteamericana en el sentido de eliminar o
reemplazar dichos cultivos, tarea que hasta el momento arrojó magros
resultados debido a la baja utilidad que brindan otros tipos de
cultivo (frijoles, arroz o frutas). Sin embargo, el gobierno peruano
actualmente esta incentivando el cultivo de especies con enorme valor
terapéutico (Uña de gato. Sangre de Grado) a efectos de seducir al
campesinado con una alternativa también rentable y menos peligrosa.
A principio
de los años ochenta, las presiones del gobierno y la sequía indujeron
a mas de 11.000 indígenas bolivianos a desplazarse hacia la región
tropical del Chapare, más precisamente al Parque Nacional Isiboro-Secure,
para continuar con sus cultivos de coca. En este sentido, se ha creado
un ente no gubernamental llamado "Ayuda en Acción" cuyo proyecto es el
de explorar los recursos de esta zona tropical. Para ello, se está
capacitando a los indios aymará en perfeccionar las técnicas agrícolas
de cultivo de otras especies abundantes en esta región y así, dejar de
depender exclusivamente de la coca.
Otra
solución intermediaria creada por los gobiernos fue la de establecer
zonas legales de cultivo que abastecieran el consumo normal de su
población, ya que es imposible eliminar algo que está tan arraigado en
la cultura de esta gente.
Debido a
ello, el gobierno boliviano declaró el cultivo legal de coca como
artículo de primera necesidad para los obreros de las empresas mineras
y ferroviarias, a través de un decreto fechado el 4 de agosto de 1940.
Asimismo, los gobiernos de Perú y Bolivia se aunaron en el proyecto de
investigación de la hoja de coca con fines medicinales, acuerdo
llevado a cabo por los presidentes Fujimori y Paz Zamora en el puerto
de Ilo, Perú.
Sin
embargo, continúan los cultivos en zonas ilegales, tarea complicada de
controlar debido a las dificultades de acceso en determinadas zonas
geográficas. No obstante, numerosos investigadores se han preocupado
en establecer las diferentes propiedades medicinales de la hoja de
coca, a efectos de interpretar su uso ancestral y de evaluar alguna
utilidad farmacológica futura, mas allá de las conocidas, habiéndose
llegado a interesantísimos resultados (ver luego Acciones
Farmacológicas del masticado de coca).
Parte
Utilizada:
Las hojas.
El consumo total anual de hojas de coca en la región del altiplano
alcanza los 10 millones de kilogramos. Los masticadores prefieren
utilizar la hoja proveniente de la región de los Yungas, ya que es
considerada mas dulce que la correspondiente al territorio de Chapare.
La región subtropical de los Yungas forma terrazas inclinadas que
incrementan la adaptación de la coca y permite ser cosechada cuatro
veces al año con una duración por arbusto de treinta a cuarenta años.
En cambio, las hojas más amargas son destinadas a la fabricación de la
pasta base para la elaboración de cocaína, siendo en consecuencia
Chapare un territorio apto para los cultivos clandestinos.
Historia:
Si bien la historia documental de la hoja de coca comienza con la
llegada de los españoles, distintos estudios arqueológicos sitúan su
cultivo en América entre 2.000 y 4.000 años antes de Cristo. Fue muy
utilizada por los incas, a nivel de las castas superiores (realeza,
sacerdotes, curanderos) como así también a los mensajeros que
recorrían distancias diarias de hasta 250 km masticando estas hojas.
Su uso se fue extendiendo poco a poco hacia otras latitudes.
En 1499
durante un viaje por las actuales costas de Venezuela, Américo
Vespucio da cuenta del "hinchamiento bucal" de los indígenas que había
podido divisar y lo documenta en 1504 de la siguiente manera:
"Los
rostros y gestos eran los más desagradables que se puedan imaginar.
Todos tenían sus mejillas infladas por una hierba verde que ellos
rumiaban como bestias, al punto que apenas podían hablar. Cada uno
llevaba colgado en su cuello dos especies de calabazas huecas, que
estaban llenas, una con la hierba que tenían en la boca, y la otra con
harina blanca que parecía polvo de huesos reducidos. Cada tanto, ellos
introducían un palillo que antes humedecían con su saliva y se lo
llevaban enseguida a la boca."
Otros
documentos posteriores de historiadores españoles (De León, Acosta, De
Matienzo, Muñía, De la Bandera, Molina, etc.) reafirman o señalado por
Vespucio. En ellos se coincidía en señalar el uso de esta hoja con
sentido ceremonial pero inútil a la vez desde el punto de vista
terapéutico, e incluso se señalaba su uso como pernicioso
espiritualmente ya que ella era la "culpable" del alejamiento del
cristianismo por parte de los indígenas.
La Iglesia
Católica decidió prohibir la masticación de coca en el nuevo imperio
alegando que se trataba de una argucia del diablo". Pero la
extenuación y el decaimiento experimentado por los nativos
esclavizados hicieron rever esta situación, al punto que la misma
iglesia monopolizaba y comercializaba el expendio de hojas a los
nativos. Se calcula que la ingesta diaria alcanzaba los 60 gr, de los
cuales el organismo absorbía entre 100 y 200 mg del principio activo,
una cifra que hoy día se puede considerar abusiva.
Es así que
Garcilaso de la Vega fue el primero en investigar y descubrir sus
propiedades terapéuticas atribuyéndole un poder defatigante y benéfico
para soportar la altura. Incluso, poco tiempo después de su llegada a
Cuzco en; 1533, Pizarro descubre a algunos de sus hombres masticando
hojas de coca en secreto. Otro aspecto interesante es señalado por el
historiador Boliviano Antonio Diaz Villamil en su obra “Historia de la
Medicina en Bolivia”... Cuando el indígena era esclavizado, la coca
sale del altar de los dioses y se convierte en un bálsamo para su
dolor".
Los nativos
tienen sus propias creencias sobre el origen de la coca, y existen dos
versiones: la leyenda quichua y la leyenda aymará.
La leyenda
quichua refiere que coca era una hermosa india que vivía en la aldea
de Colcasuyo. Era muy desprejuiciada y no tardó en descubrir la
atracción que provocaba su cuerpo, ofreciéndose al mejor postor.
Muchos se quejaban de la inusual actitud de esta mujer, llevando sus
quejas hasta el mismísimo rey Inca.
Éste decide
consultar con los adivinos de la corte quienes recomiendan al rey Inca
el inmediato sacrificio de "Coca". Es así que Cuca es capturada,
asesinada y descuartizada en cuatro pedazos, los cuales fueron
esparcidos en una amplia área.
Quienes
visitaban los distintos lugares donde fue enterrada coca observaron
que en dichos sitios comenzaba a crecer un arbusto que los pobladores
denominaron con el mismo nombre de la joven sacrificada.
En cambio
la leyenda aymará relata que los pobladores de la región de los valles
de Bolivia, a fin de preparar la tierra para la siembra, habían
quemado gran cantidad de árboles. Fue tal el incendio, que el humo
provocado llegó a tapar los cerros Illimani y Mururata, muy apreciados
por el dios Khunu, quien se enojó y pronosticó calamidades a los
pobladores en cuestión.
Fue así que
se sucedieron las lluvias y se inundaron los campos. Los pobladores
trataron de huir y en su afán por escapar perdieron el rumbo ya que
habían desapareado las rutas que solían transitar. Ya exánimes,
ubicaron frente a ellos una serie de arbustos con bonitas hojas que no
dudaron en arrancar y masticar. Fue así que recuperaron las fuerzas
perdidas y reiniciaron su actividad. A este arbusto lo bautizaron con
el nombre de “árbol de la coca”.
Hasta
mediados del siglo XIX la coca era desconocida en Europa y USA y su
descubrimiento es obra del químico francés Angelo Mariani quien
comercializó un vino elaborado con extractos de la hoja que fue muy
popular en esas latitudes. Este éxito inspiró a algunas compañías
farmacéuticas para la elaboración de una bebida refrescante, lo cual
dio inicio a la creación de la Coca-Cola (M.R).
Sin
embargo, las presiones sanitarias sobre el descontrol que ocasionaba
la coca indujeron a la Coca-Cola a suprimirla de su fórmula original.
De acuerdo
con un informe de la International Narcotics Control Board surgido en
1981, la Coca Cola se había unido a una compañía productora de
anestésicos (la Stephan Chemical) y tenían en stock cerca de 2.000
toneladas de coca para abastecer sus necesidades industriales.
Lentamente U.S.A. deja de comprar coca a Bolivia y comienza a
producirla y cultivarla en California, aunque las cifras eran
desconocidas.
Hoy día, se
ha levantado la prohibición de utilización de coca en las bebidas
colas y Estados Unidos vuelve a comprar anualmente 204 toneladas de
coca para la elaboración de sus bebidas.
El
alcaloide puro es aislado por primera vez por Albert Niemann en 1859,
quien trabajaba en el laboratorio de Friedrich Wohler, uno de los
fundadores de la química orgánica (algunos historiadores citan a
Friedrich Gaedecke como su descubridor en 1855). Niemann pudo observar
que esta sustancia tenía un sabor amargo y, lo más llamativo,
anestesiaba o dejaba insensible la lengua durante unos minutos. Con
este antecedente, Von Anrep en 1880 introduce subcutáneamente cocaína
y observa que la piel subyacente era insensible al pinchazo de un
alfiler. De esta manera se inicia la primera sugerencia del uso de
cocaína como anestésico.
En 1884,
Sigmund Freud (1856-1939) analiza los efectos de la cocaína a nivel
del sistema nervioso central. Descubre que es un poderoso estimulante
y señala que la absorción de 60 mg de cocaína por vía inhalatoria
provoca efectos euforizantes y energizantes. Cree así que sería
conveniente para tratar casos de histeria, cefaleas y la adicción a la
morfina que casualmente padecía un colega suyo. El resultado fue
parcial: le eliminó la adicción a la morfina a su colega, pero le creo
una nueva: a la cocaína. Incluso el mismo Freud terminó siendo adicto
a la misma creyendo que estaba en presencia de una "sustancia mágica",
tal el nombre que él mismo le designó.
En ese
mismo año Koller introduce el uso de la cocaína como anestésico ocular
y Hall hace lo mismo pero en el campo de la odontología. En 1885
Halstead y Corning la sugieren en el amplio campo de la cirugía a raíz
del éxito obtenido en anestesia raquídea en perros de experimentación.
Es bueno
señalar que a Halstead se lo conoce como el "padre de la cirugía
moderna". Fue el primero en utilizar la mastectomía y linfatectomía en
canceres de mama y diseñó un modelo operatorio para hernias inguinales
que reflejo notablemente los porcentajes de mortalidad en esos
pacientes. Sin embargo, sus estudios sobre la cocaína lo convirtieron
en un adicto al igual que muchos de sus discípulos.
Un día, un
amigo entrañable de Halstead, al observar el grado de deterioro en que
se encontraba este, decide invitarlo a dar un paseo en un crucero. A
las pocas horas Halstead comienza a desesperarse por la falta de
cocaína y asalta el almacén de medicamentos del crucero. No se lo
podía controlar, hasta que se decidió darle un fuerte narcótico y
dormirlo. Es así que una vez en tierra se lo interna en una clínica
psiquiátrica en la que permanece varios meses.
Al salir de
la misma, su amigo le consigue un puesto de investigador en la ciudad
de Baltimore donde sienta las bases para la creación de la escuela de
cirugía Johns Hopkins. Sin embargo, a los seis meses vuelve a
reincidir y es nuevamente internado. Durante este período cambia su
adicción cocainómana por la morfina. Deja el hospital y reinicia
finalmente y de manera exitosa sus clases de cirugía, siendo así el
cirujano mas renombrado de fines del siglo anterior.
La moda de
consumir cocaína se circunscribía desde los círculos más selectos
hasta en el terreno de la ficción. Por ejemplo, el escritor inglés sir
Arthur Conan Doyle, hace mención de las preferencias de su personaje
Sherlock Holmes hacia esta droga. Hacia fines de siglo se
comercializaban bebidas con pequeñas cantidades de cocaína: Coca-Cola
y Vin Mariani.
El hallazgo
de sustitutos sintéticos culmina con la aparición en 1905 de la
procaína, aunque su eficacia como anestésico es menor, debiéndosele
añadir epinefrina para incrementar su efecto vasoconstrictor. El
empleo de procaína como anestésico tuvo su período de auge en la
década del '20 cuando se había prohibido la utilización de cocaína.
Sin embargo, con el correr del tiempo es abandonada la procaína con
estos fines y varios años mas tarde la Dra. Asían de Rumania descubre
sus poderes revitalizantes con resultados exitosos.
A
principios de los años sesenta resurge el consumo de cocaína
extendiéndose cada vez más en los años venideros. En los ‘80 surge el
crack: cocaína en forma de base libre, la cual se inhala fumando,
alcanzando el sistema nervioso central en muy pocos segundos (a
diferencia del clorohidrato de cocaína que se administra en forma
intranasal en menor medida, intravenosa).
El agregado
de sedantes o estimulantes anfetamínicos ha originado un nuevo
producto conocido en la jerga como éxtasis.
El aumento
del consumo de cocaína motivó que los campesinos de las zonas del
altiplano comenzaran, a modo de subsistencia, a cultivar la coca. La
misma es recolectada hacia laboratorios clandestinos en donde es
triturada junto a otros productos químicos para la elaboración de la
pasta. De aquí parte hacia Colombia en donde es procesada hasta
convertirla en polvo y finalmente es contrabandeada hacia Estados
Unidos y el resto del continente.
En Perú, la
zona donde más fuertemente se ha instalado el narcotráfico es Timbo
María. Se calcula que el 80% de sus habitamos tienen o han tenido
conexiones con narcotraficantes, o viven de los cultivos clandestinos.
Solamente en Perú se producen entre 300 y 400 toneladas anuales de
cocaína, de las cuales solo el 10 % es incautada por autoridades
policiales.
La gran
mayoría de lo producido finaliza en Estados Unidos calculándose que,
por día, 5.000 personas inician su adicción. Tanto los cultivadores
locales de coca como los consumidores del primer inundo visen con
problemáticas diferentes. Decía Jack Cousteau en uno de sus
documentales: "...unos lo hacen para subsistir en la vida, otros lo
hacen para evadirse de ella...".
Las razones
políticas implícitas en esta problemática, pueden quedar resumidas en
el pensamiento de un docente primario peruano: “…La coca es una
respuesta cultural al Imperialismo. Con este sistema han misereado y
matado gente de nuestro pueblo. Con la coca les devolvemos la
gentileza…”
Composición
Química:
Alcaloides
(0,5-1,5%): hasta la fecha se han descubierto 18 alcaloides aunque
existe mucha variabilidad entre los ejemplares seleccionados. Entre
los mas importantes tenemos los esteres de la ecgonina: cocaína
(metil-benzoil-ecgonina) cuya concentración oscila entre un 30 y 50%,
cis-cinamilcocaína (metilcinamilecgonina), trans-cinamilcocaína, alfa
truxilina y beta-truxilina; y los esteres de la pseudotropina:
tropa-cocaína (benzoil pseudotropina). Solamente los derivados de la
ecgonina tienen importancia comercial.
Recordemos
que la procaína constituye una forma sintética de presentación,
mientras que la llamada pasta de coca (40-70% de cocaína) se obtiene a
partir de las hojas por extracción con ácido sulfúrico, alcalinizando
luego con carbonato y extrayendo nuevamente con querosén.
Otros: El
resto de los componentes está conformado por proteínas minerales
(calcio fundamentalmente), flavonoides (rutina e isoquercitrina),
toninos (ácido clorogénico o cocatanino), aceite esencial (salicilato
de metilo en las hojas frescas), pirrolidinas (higrina, cuscohigrina)
y vitaminas.
La cocaína
es un éster del ácido paraaminobenzoico y su principal acción es de
anestésico local, bloqueando en forma reversible los canales de sodio
de la membrana axonal, impidiendo así el paso del impulso nervioso y
de la sensación de dolor. Utilizada inicialmente en cirugía ocular,
fue lanzada al mercado farmacéutico por el laboratorio Merk.
La mayor
cantidad de alcaloides se encuentra en las hojas de coca provenientes
de la zona de Chapare (Bolivia), región donde se ha asentado
fuertemente el narcotráfico; sus hojas son un tanto amargas y
utilizadas para la elaboración de pasta base. Las hojas provenientes
de los Yungas de La Paz son mas dulces y con menor contenido en
alcaloides, y son mas agradables para el masticado.
La fecha de
cosecha parece influir en cuanto a la concentración de los distintos
alcaloides presentes en la hoja, tanto en los Yungas como en Chapare.
El contenido de alcaloides es mayor en la estación seca que en la
estación de lluvias. Las hojas que mayormente se recolectan son las
jóvenes y suaves al tacto.
Las
diferencias existentes entre las hojas de ambas zonas las podemos
sintetizar en el siguiente cuadro:
Cosecha |
Promedio Del compuesto dosificado en gr/% de hojas secas para la
cocina |
Idem
para la cis-cinamil-´cocaína |
Idem
para la trans-cina-milcocaína |
Yungas
(diciembre)
Chapare
(diciembre)
Yungas
(febrero)
Chapare
(marzo)
Yungas
(mayo)
Chapare
(junio) |
0.327
0,318
0,496
0,530
0,599
0,507 |
0,0160
0,0205
0,0118
0,0177
0,0079
0,0096 |
0,0030
0,0031
0,0050
0,0056
0,0031
0,0050 |
Fuente:
Trabajos realizados por los institutos bolivianos U.M.S.S ORSTOM e
I.B.B.A
En cuanto a
la composición de los principios activos de hojas de coca de otra
procedencia, existen algunas diferencias. Por ejemplo, la coca de Jara
(Indonesia) tiene un mayor porcentaje de alcaloides esterificados, de
los cuales menos de un tercio es cocaína (1-2%). La mayor parte del
resto esta constituido por cinamoilocaína.
En cambio,
la coca de Trujillo (Perú) tiene un contenido menor de alcaloides
esterificados, aunque el porcentaje de cocaína de la mezcla es
superior (hasta un 75%). Si bien ambos ejemplares son botánicamente
iguales, la diferencia radica en el grado de madurez de ambos
productos, ya que la de Java se cosecha en un período precoz de
maduración obteniéndose una mayor cantidad de bases de ecgonína útiles
para la síntesis parcial de cocaína.
Acciones
Farmacológicas:
La aislación de la cocaína a mediados del siglo XIX abrió las puertas
a las formas actuales de consumo (aspiración nasal e inyección)
dejando de lado las formas tradicionales: masticado, infusión o el
acto de fumar hojas de coca.
Las formas
de presentación para el consumo son dos: como clorhidrato o como
alcaloide altamente purificado. La forma de clorhidrato si bien es
termolabil también es soluble en agua, lo que facilita su preparación
para uso nasal, bebible o inyectable. En cambio la forma de alcaloide
altamente purificado también se emplea por vía inhalatoria y es la
base de lo que hoy se conoce con el nombre de crack.
Al igual
que las anfetaminas, la cocaína es un poderoso inhibidor de la
recaptación de catecolaminas (adrenalina y noradrenalina) y denomina
en las terminales presinápticas, con la consiguiente acumulación de
neurotransmisores en el espacio post-sináptico lo que origina:
taquicardias, hipertensión y vasoconstricción.
De acuerdo
con estudios realizados con marcadores radioactivos, la cocaína se
fijaría en lugares específcos de la corteza cerebral como ser
terminaciones serotoninérgicas y dopaminérgicas del núcleo del
estriado. Asimismo, puede facilitar la estimulación de receptores
dopaminérgicos a través de agonistas e incrementar así la activación
de la adenilciclasa. Esta falla en la recaptación de dopamina
activaría las vías dopaminérgicas de las áreas mesolímbicas y
mesocorticales, responsables de la sensación de euforia que
experimentan estos pacientes.
En cobayos
conectados a un sistema de infusión de cocaína activado por el
movimiento de una palanca visible para el animal, se pudo observar que
cuando se lesionan las terminales nerviosas del complejo amigdalino o
el área correspondiente al núcleo accumbens septi (áreas de gran
influjo dopaminérgico), el animal pierde interés por la droga y no
acciona la palanca. En cambio, si las lesiones se realizan sobre
estructuras dopaminérgicas que no formen parte de esas zonas, como ser
el núcleo estriado, los cobayos vuelven a tener interés en un nuevo su
ministro y saltan moviendo la palanca.
La cocaína
modula las funciones cerebrales relacionadas con la esfera
cognitivo-afectiva, mejorando el estado de ánimo, dando sensación de
bienestar y euforia intensa. Los pensamientos y las palabras brotan en
cascada (taquipsiquismo), aunque no siempre la coherencia se mantiene.
Esto lleva al individuo posteriormente a querer repetir la
experiencia, lo cual con el tiempo comienza a modificarse.
El uso
continuado de cocaína agota la secreción del neurotransmisor, lo cual
lleva a una sensación de angustia y decaimiento que perdura mucho
tiempo. Algunos cocainómanos expresan sensaciones o presentimientos de
muerte inminente así como ataques de pánico.
En
consecuencia, se puede afirmar que dentro del sistema límbico, el
núcleo acciiifilfens septi y la amígdala son las estructuras
cerebrales decisivas para tres efectos importantes de la cocaína: la
euforia, las alteraciones de la conducta inherentes al consumo
excesivo y el síndrome de abstinencia. El neurotrasmisor dopamina
jugaría un papel clave en ello.
La
actividad electroencefalográfica observada en animales de laboratorio
tras ser inyectados con cocaína demuestra ondas de alto voltaje (entre
20-60 Hz) en las regiones correspondientes al sistema límbico y
olfatorio, lo cual puede explicar los episodios de convulsiones y
psicosis que experimentan algunos adictos.
La cocaína
es un gran reforzador de conductas aprendidas que conllevan a la
autoestimulación y la autoadministración, posiblemente a través de la
activación de vías dopaminérgicas correspondientes a las citadas áreas
del mesocortex y mesolimbo.
Los efectos
euforizantes a nivel del S.N.C. son muy similares a los de las
anfetaminas, pudiendo ser indistinguibles para algunos adictos: reduce
la sensación de fatiga, incrementa la actividad picomotora y da
sensación de bienestar y poder.
Cabe
resaltar que la cocaína interfiere con todos los impulsos que llegan a
los órganos, de manera tal que un adicto tiene "contaminado" (por así
decirlo) todo el organismo. También se altera en estos pacientes la
recaptación de serotonina y de su precursor, el triptofano, lo que
conduce a una alteración del ciclo sueño-vigía llevando al paciente a
prescindir del sueño reparador.
A nivel de
los nervios periféricos la cocaína reduce la permeabilidad al sodio lo
cual interfiere con el inicio de la propagación del sistema nervioso,
favoreciendo así la sensación de anestesia. A nivel de la función
sexual hay un aumento inicial de la libido que con el correr del
tiempo conduce a una disminución del potencial sexual por inhibición y
anestesia medular.
Esto
explica los casos de sobredosis para manutener o incrementar el deseo
sexual a medida que el mismo va disminuyendo.
Suele haber
una ligera hipertermia por vasoconstricción periférica, llevando a la
sangre y al metabolismo, a concentrarse sobre los órganos virales. La
glucosa en sangre tiende a aumentar durante el uso continuado, como
así también el peligro de trombosis circulatoria.
Resulta
interesante un estudio llevado cabo por cardiólogos de Dallas (U.S.A)
sobre 40 fumadores con coronariopatías, en donde se observó una
reducción del calibre en las arterias coronarias significativamente
mayor con el uso de cocaína que con el del tabaco. En aquellos
pacientes que fumaban tabaco, y a su vez eran adictos, el efecto
reductor del diámetro de las coronarias era aún mayor.
Las
sensaciones experimentadas con el uso de cocaína tienen escasa
duración, aún a través de las vías inyectables, por lo que el adicto
tiende a reinyectarse a menudo. Finalizada la sensación "placentera"
sobreviene un estado de laxitud y cansancio general. En cambio, en
aquellos casos de adicciones crónicas surgen manifestaciones de
inquietud, mareos, vómitos y temblores que pueden llevar hasta
convulsiones tónico-clónicas. Los electroencefalogramas previos por lo
general no "avisan" sobre el posible surgimiento de una actividad
convulsiva.
Con el
transcurrir del tiempo, el paciente va requiriendo mayores dosis para
mantener los efectos buscados debido al fenómeno de tolerancia que
inevitablemente surge, aunque no se llega a una dependencia física.
Concomitantemente aparecen los fenómenos de toxicidad (dosis cercanas
al medio gramo) que se manifiestan con alteraciones en la vigilia y el
sueño, insuficiencia circulatoria cerebral con pérdida de la memoria,
cálculo y concentración (por vasoconstricción), midriasis (debido a su
efecto simpaticomimético), aparición de temores, alucinaciones
auditivas y visuales y, en casos extremos, psicosis agudas. Cabe
destacar que la midriasis aparece desde el inicio de entrada al vicio
y es un signo que la distingue de la adicción a la morfina en donde
está ausente.
Los
anfetaminómanos también presentan midriasis.
Las dosis
que median entre medio y un gramo (sobredosis) pueden conducir a la
muerte de un adulto por paro cardiorrespiratorio. Poco más de un
cuarto de gramo alcanza para matar a un niño entre 12 y 14 años.
Los efectos
de la cocaína sobre el embarazo y el desarrollo del feto están
perfectamente comprobados: existe una mayor cantidad de nacimientos
prematuros y desprendimientos placentarios en las mujeres adictas
(debido al aumento de las contracciones uterinas por acumulación de
catecolaminas).
El
transporte de nutrientes a través de la placenta es menor al esperable
lo que conlleva a un retraso del crecimiento intrauterino, verificable
mediante medición ecográfica. Asimismo se han observado efectos
teratogénicos como microcefalia, deficiente desarrollo del
prosencéfalo por amnesia del cuerpo calloso y del septum pellucidum,
hipoplasia del nervio óptico, disgenesia retiniana, etc.
En cuanto a
los efectos deletéreos cerebrovasculares en el feto, se va observado
infartos de la arteria cerebral media con la consiguiente hemiparesia,
en madres que han turnado o aspirado cocaína en las 72 horas previas
al parto. Este tipo de lesión puede incluso aparecer a partir del
tercer trimestre del embarazo. El nivel de lesión arterial por el
incremento de catecolaminas que pasan a través de la placenta puede
originar hemorragias tanto prenatales como postnatales.
Ocasionalmente, aparece a las 48 hs del nacimiento un cuadro
neurológico caracterizado por alteraciones, sueño, irritabilidad,
inapetencia e incluso convulsiones que pueden persistir hasta el sexto
mes de vida. Los hijos de mujeres adictas tienen alteraciones del
mecanismo ventilatorio por lesiones del centro respiratorio, lo que
lleva a incrementar el riesgo de muerte subirá del lactante entre 3 y
7 veces.
El examen
de orina o del meconio en los neonatos de madres adictas, demuestra la
presencia de un metabolito de la cocaína denominado benzoilecgonina.
En los
adultos, la vía mucosa (nasal, uretral etc.) suele ser la más tóxica
ya que evita la función desintoxicante del hígado. Inicialmente el
adicto siente una anestesia en la mucosa naza1, alrededor de la boca y
la nariz una sensación de frialdad inherente ni efecto vasoconstrictor
local. Estas vías suelen dañarse con el uso continuo, pudiéndose
observar virtuales "desapariciones" del tabique nasal.
Las dosis
de inicio en los "debutantes" (se calcula alrededor de 5.000 diarios
solo en U.S.A) varia entre 0,01 y 0,02 grs de clorhidrato de cocaína
por vía subcutánea, o el doble o triple de polvo de cocaína por vía
inhalatoria. Las manifestaciones iniciales son vastas y variables:
sensación de euforia, placer y poder, disminución del cansancio,
aumento del deseo sexual, todo lo cual le genera la sensación de estar
frente a una droga milagrosa, especie de lámpara de Aladino disponible
a sus necesidades en cualquier momento.
En caso de
tener que recurrir el médico en forma terapéutica, se aconseja no
superar los 50 mg por administración nasal y evitar las formas
inyectables. En ciertos países (Alemania y Holanda por ejemplo) se
permite el uso bajo control en pacientes irrecuperables, lo que ha
motivado una extensa lista de protestas y cuestiones
jurídico-sociales.
El síndrome
de abstinencia por carencia se presenta con síntomas similares al de
las anfetaminas, aunque no tan marcados: picos de irritabilidad que
alternan con depresiones profundas; aumento del apetito y por
consiguiente, del peso; trastornos de la vigilia-sueno, arritmias
cardiacas, etc.
Cabe
mencionar una diferencia entre lo que se entiende por cocainomanía y
cocainismo. La primera expresión corresponde a los típicos casos de
adictos a la pasta de cocaína con fines no terapéuticos. En cambio, el
cocainismo se refiere al hábito de masticar coca con fines
adaptógenos. El masticado de coca no conlleva en ningún caso a
sobredosificaciones ni efectos tóxicos como los observados con los
derivados sintéticos.
La infusión
o mate de coca contiene pequeñas concentraciones de cocaina (observado
a través de estudios cromatográficos) cuyo efecto adictivo desde el
punto de vista farmacológico es muy pobre.
Incluso
existe un estudio llevado a cabo por el psiquiatra Jorge Hurtado en
Bolivia, que aconseja el tratamiento de recuperación de cocainómanos a
través del masticado de hojas de coca, como reemplazo.
Sobre 50
casos estudiados y tratados entre los años 1984 y 1992, con una
duración promedio de 27 meses, observó un airo porcentaje de mejoría,
sobre todo en el campo de la readaptación social de cada adicto. Si
bien los resultados parecen ser promisorios, llevara un tiempo llegar
a la conclusión final.
En cambio,
en una clínica psiquiátrica de Perú (según surge de un documental
filmado por Jack Costeau) algunos casos extremos son tratados a través
de una intervención quirúrgica de alto riesgo; la cingulotomia. Sobre
50 pacientes intervenidos en 1984, el 50% reincidió en la droga al
cabo de 2 años en promedio.
En casos de
intoxicación aguda conviene recostar al enfermo, manteniendo los pies
por encima del nivel de la cabeza, para facilitar la llegada de sangre
a nivel encefálico. A posteriori, se suministrará carbón activado a
efectos de retrasar la absorción de la droga a nivel digestivo.
Posteriormente, se recurrirá a sustancias eméticas y laxantes, y se
tendrá a mano medicación anticonvulsivante, antiarrítmica y carpa de
oxígeno si fuera necesario.
En caso de
intoxicación por vía inyectable, se utilizara un torniquete ajustado
por encima del lugar de inoculación. Si estas medidas ocurren pasada
la media hora del accidente, las probabilidades de eliminar la droga
son escasas.
Efectos
Farmacológicos del Masticado de la Hoja de Coca
La gran
mayoría de los trabajos referidos a la coca, están relacionados con la
parte adictiva que provoca su principal alcaloide: la cocaína.
Sin
embargo, son muy interesantes los trabajos que hacen alusión al uso
masticatorio de la coca, conocido como acullicu o chatcheo, en los
diferentes niveles orgánicos.
De estos
trabajos surge el replanteo acerca de permitir su uso en las
poblaciones que deben adaptarse a condiciones de vida muy duras.
La
masticación de la hoja de coca lleva una pequeña ceremonia previa. En
primer lugar, se precede a quitar la nervadura de la hoja, la cual
puede dañar la mucosa oral. Luego, el resto de la hoja es remojado en
la boca (no masticada) a través de la saliva durante algunos minutos.
Una vez,
humedecida, se añade una sustancia alcalina (cenizas de chenopodium
por lo general) que se colocan dentro de la bola de hoja remojada. Se
deja actuar esta mezcla en un costado de la boca masticándola
suavemente y el jugo resultante es tragado poco a poco. De esta forma,
se mantiene durante horas el bolo de cocaína en la boca mientras la
persona va desarrollando sus tareas diarias.
Los
estudios realizados por el Instituto Boliviano de Biología de la
Altura (I.B.B.A) permiten inferir que el uso masticatorio de la hoja
de coca es beneficiosa por varios motivos: aumenta la tolerancia al
trabajo especialmente en zonas de al cura cercanas a los 4.000 metros;
mejora la espiración y oxigenación pulmonar'; regula el consumo de
glucosa en sangre; disminuye la agregación plaquetaria; tendría
efectos benéficos desde el punto de vista nutricional; constituía una
de las mejoras fuentes de calcio para los huesos y reduce la sensación
de hambre.
A
continuación, se señalan en forma sintética parte de esos trabajos:
Efectos
sobre el aparato respiratorio y la adaptación a la altura: Unanue en
1794 fue uno de los primeros nitores que trato de explicar el porqué
del uso de la cocaína por parte de los nativos y su relación con la
altura. Recién hacia fines de la década del '40 continuaron esos
trabajos (Mongo y cols.) llegándose a conclusiones no del todo
definitorias.
La falta de
adaptación a la altura origina el cuadro de poliglobulina que marca un
alto grado de hiposensibilidad respiratoria a los estímulos originados
por hipoxia e hiperoxia. Dicho cuadro se observa por lo general en
adultos de sexo masculino y en mucho menor grado en adolescentes. Para
llegar a una conclusión mas firme, Villenac M., Vareas P. et al. (del
I.B.B.A) han estudiado grupos de masticadores de coca con grupos de no
masticadores y la respuesta a la altura a través de los siguientes
estudios:
- Volumen y
capacidad pulmonar mediante espirometria.
- Medida de
mecánica ventilatoria a través del balón intraesofágico.
- Método de
Dejous para medir sensibilidad respiratoria a los estímulos de
hiperoxia e hipoxia.
- Medida de
saturación de la oxiemoglobina por el método pletismográfico.
- Medida de
la frecuencia de pulso por pletismografia.
Las
conclusiones arrojaron datos interesantes. Tanto las pruebas
espirométricas como las de mecánica ventilatoria resultaron similares
para ambos grupos (masticadores y no masticadores).
La
respuesta al estímulo de hiperoxia (O2) en los masticadores denotó una
disminución de la ventilación significativamente mayor que en el grupo
de no masticadores. Asimismo la respuesta al estímulo hipóxico
demostró un aumento de la ventilación significativamente mayor en el
grupo de masticadores.
Las
respuestas ventilatorias a ambos estímulos en el grupo de
masticadores, demostró ser mayor después del "acullicu".
Existe una
relación entre la respuesta ventilatoria y la cantidad de coca
consumida, aunque no sucede lo mismo con la edad de la persona. La
frecuencia del pulso durante los test de sensibilidad fue menor en los
masticadores. Luego del "acullicu" se observó que dicha frecuencia
aumentaba incluso por encima del valor de base de los no masticadores,
siendo las ondas de pulso mayores en los masticadores.
En
definitiva, el "acullicu" tiene efecto estimulatorio sobre los centros
respiratorios que responden en mayor proporción a las señales de
hiperoxia e hipoxia. El efecto agudo se manifiesta por el aumento de
la respuesta ventilatoria a ambos estímulos después del "coqueo".
Dicho
efecto estaría en relación a la conocida acción de los alcaloides de
las hojas de coca sobre la actividad catecolaminérgica
Efectos
sobre la ingesta alimentaria: De acuerdo con los estudios llevados a
cabo en las comunidades indígenas que mastican coca, la misma no
parecería influir en el consumo diario de alimentos.
La
alimentación en las comunidades rurales del altiplano está sujeta a la
producción que realiza el campesino en sus tierras y su posibilidad de
intercambio con sus vecinos. Asimismo, la altura juega un papel
importante en cuanto el tipo de alimentos que pueda ser cultivado.
De esta
forma, el arroz constituye la base alimentaria en zonas cuya altura
llega a los 2000 metros. Entre los 2500 y 3000 metros se encuentran
los cultivos de maíz, cebada, trigo, papas y habas. Entre los 3000 y
3800 metros, los tubérculos como la papa, constituyen la base
alimentaria sustituyendo a los cereales como fuente nutricional
básica.
La papa es
consumida en su estado fresco a esa altura, pero ya cerca de los 4000
metros, prevalece el consumo de la forma deshidratada conocida como
"chuño" o "tunta". Por encima de los 4000 metros y hasta la línea de
nieve, es de capital importancia el cultivo de las quenopodiaceas
tales como la quinua y la cañamua.
En Bolivia,
la proporción de nutrientes de la tierra normal diaria en comunidades
del altiplano es la siguiente:
Hidratos de
Carbono 84%, Proteínas 10%, Grasas 6%. En comunidades peruanas (como
la del pueblo de Nuñoa a más de 3.000 m de altura), la proporción de
nutrientes es similar: Hidratos de Carbono 86%, Proteínas 8%, Grasas
10%.
De acuerdo
con un estudio realizado en la Universidad de Harvard (U.S.A.), la
coca contiene sustancias alimenticias. Por ejemplo 100 grs. de coca
contienen el doble del contenido de calcio de la leche y provee la
cantidad diaria necesaria de vitaminas y minerales.
Efectos
sobre el ejercicio muscular: Los estudios realizados por el Instituto
Boliviano de Botánica de la Altura (I.B.B.A) determinaron que el
masticar coca no aumenta la capacidad para realizar mayor cantidad de
trabajo o esfuerzo físico, pero si permite una mejor adaptación o
tolerancia a los mismos.
Asimismo se
comprobó que la concentración de catecolaminas en sangre de
masticadores fue más elevada (ya sea en reposo o al final de un
esfuerzo submáximo) que en los grupos de no masticadores.
Efectos
sobre el metabolismo de la glucosa: Se ha observado que, en estado
nasal, no existen diferencias cuantitativas en los niveles de glucosa
en sangre entre masticadores y no masticadores de hojas de coca.
Tampoco existen diferencias a la hora del masticado entre ambos
grupos.
Sin
embargo, a las dos horas de observación entre ambos grupos, quienes
masticaban coca presentaron rasgos significativamente menores de
hipoglucemia respecto al grupo no masticador.
El descenso
de la glucosa en este último grupo conlleva a una mayor glucogenolisis
a partir de los 180 minutos de realizada la prueba, hecho no observado
en los grupos masticadores.
La coca no
interfiere con la absorción de glucosa a nivel intestinal, ni altera
su velocidad.
La
disminución de la glucolisis, del consumo de glucosa in vitro y de la
glucogenolisis observada en los mascadores habituales sugiere que la
coca ejerce un efecto moderador del consumo general de la glucosa.
Se puede
resumir entonces que el masticado de coca no provoca alteraciones
significativas de los niveles de glucosa en sangre, y aquellos casos
de hipoglucemias registradas en nativos del altiplano se deberían en
mayor medida a la hipoxia hipobárica determinada por la altitud de
esas zonas.
Efectos
sobre los parámetros hematológicos:
En los anos
'70 el I.B.B.A realizó importante estudios relacionados con el uso de
coca y la función plaquetaria, especialmente en lo que respecta a la
posibilidad de accidentes cerebro-vasculares.
A pesar que
los primeros estudios realizados sobre la hoja de coca habían revelado
una discreta actividad hiperagregante plaquetaria (hecho que nunca fue
comunicado a nivel científico) posteriores estudios revelaron lo
contrario: tendría actividad hipoagregante.
A esta
conclusión se llegó luego de analizar los parámetros hematológicos
(hemarocriro, hemoglobina, agregación plaquetaria con Adenosin 5'
Difosfaro y colágeno) de veinte personas de sexo masculino, de las
cuales 10 eran masticadores y los otros 10 no masticadores.
Ambos
grupos fueron sentados en una bicicleta ergonométrica. Al grupo de
consumidores se les dio 50 gr de hojas de coca al inicio de la prueba
y a la hora se tomarán muestras de sangre en ambos grupos
En la
segunda hora se volvieron a tomar muestras de sanare en ambos grupos.
Los
resultados concluyeron que en el grupo consumidor se registraba un
aumento de la Hemoglobina y el Hematocrito respecto al grupo no
consumidor.
En cambio
no existían diferencias en cuanto a la agregación plaquetaria
efectuada con la prueba de colágeno. Cuando se realiza la misma prueba
pero a través de ADP, se observo que el grupo de consumidores
presentaba una disminución de la agregación plaquetaria tanto en la
primera hora de esfuerzo como en la segunda hora, no existiendo
cambios en el grupo de no consumidores.
En resumen,
se puede decir que el “acullicu” no actúa sobre la eritropoyesis ni
sobre la serie blanca, pero sí produce un leve descenso del número de
plaquetas y de la agregación plaquetaria.
De esta
manera, se puede explicar la baja incidencia de enfermedades
trombóticas en los nativos masticadores. La mejor respuesta a la
resistencia física en los consumidores estaría determinada por los
incrementos de hemoglobina y hematocrito.
Usos
Etnomedicinales:
El uso conferido por las comunidades andinas es el de tonificante y
antisoroche, es decir, como un paliativo a las duras condiciones
atmosféricas que implica la vida a más de 3.000 metros de altura.
Reduce la sensación de cansancio y del frío lo cual permite llevar a
cabo, por ejemplo tareas de minería en esas altitudes (los mineros
llegan a consumir 380 gr de hojas de coca a la semana). También se la
utiliza como estomático, calmante y nutritivo.
La
utilización de hojas de coca en Sudamérica con fines “adaptógenos" es
de alrededor de tres millones de habitantes (de los cuales las 2/3
partes corresponden a Bolivia), los que en su inmensa mayoría lo
consumen a través del mecanismo masticatorio ("acullico" o "chatcheo")
en menor medida en forma de infusión ("mate de coca"), elixires y
jarabes.
Cabe
destacar también que la hoja de coca es utilizada por ciertas
comunidades indígenas del altiplano con otros fines: las mujeres
encintas a punto de dar a luz mastican coca para favorecer el parto y
reducir los dolores.
También
existen citas bibliográficas acerca del uso del aceite esencial de
coca por parte de los incas, en las trepanaciones craneales y en el
(andamiento de piedras para la construcción templos y monolitos.
Muchas bolsitas con hojas de coca fueron encontradas en las tumbas
incas.
Respecto al
uso mágico-religioso, tanto quechuas como aymarás utilizaban la coca
para dividir la tierra que iba a ser cultivada en 12 suyos y de aquí
determinar el centro o "cuzco"; permitiría optimizar la rotación del
cultivo y producción agrícola.
Curiosidades: Los adivinos de estas comunidades, conocidos como
“'yatiris”, leen la suerte (a nivel salud, familiar, económico, etc)
arrojando de a una las hojas de coca sobre una manta a la vez que
recitan plegarias en idioma aymará. De acuerdo con el lado en que
caigan las hojas se determinara la suerte del individuo. En general el
lado oscuro es positivo y la parte clara de la hoja es negativo.
Conclusiones:
El complejo problema de la utilización de la hoja de coca debe ser
analizado bajo tres aspectos: histórico-ancestral,
adaptógeno-terapéutico y adictivo.
En el
primer caso, es indudable que no se puede borrar de un golpe una
tradición que lleva miles de años y que está incorporada al ámbito
cultural de la región del altiplano. En el segundo caso, tampoco se
puede negar la necesidad de muchos trabajadores indígenas a adaptarse
a las rígidas condiciones climático-atmosféricas que impone la altura,
en donde la hoja de coca, sin ser el ideal, actúa como droga paliativa
y, a la vez, alimenticia.
En tercer
lugar, nadie pone en duda el auge del narcotráfico a través de
estructuras clandestinas y su inserción en niveles impensados, como
los niveles políticos y militares, con los consiguientes millones de
dólares que promueve su tráfico a través del contrabando.
La
limitación al cultivo oficial en algunas áreas, o la estrategia de
convencer al campesinado a cambiar de cultivos ha logrado escasos
resultados. No obstante, el debate continúa pero la verdadera solución
únicamente pasará por el grado de concientización que cada uno de los
responsables (llámense campesinos, policías, gobernantes,
narcotraficantes) adopte frente al deterioro de la condición humana
que inexorablemente avanza sin piedad en las postrimerías de un nuevo
siglo.
FARMACOPEA
Coca
Parte empleada: las hojas
Constituyentes activos principales: cocaína, isococaína,
benzoilecgonina, cinamilecginina, cinamilcocaína,truxilinas,higrina.
Dosis máxima:
De una vez: 1 gramo
En 24 horas: 8 gramos
Cocaína
Cocainum
Ester metílico de la benzoilecgonina levógira
C17 H21 O4 N
Dosis máxima:
De una vez: 0,05 gramos
En 24 horas: 0,15 gramos
Extracto fluido de coca
Extractum cocae fluidum
Hojas de coca en polvo semifino: 1000 gramos
Alcohol de 50º: c.s.
Hasta completar 1000 gramos de extracto fluido
Líquido pardo amarillento
Dosis máximo:
De una vez: 1 gramo
En 24 horas: 8 gramos
Tintura de coca
Contiene un 0,006 % de alcaloides
Debe renovarse cada año
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