7) ARO
Nombre científico:
Arum maculatum L.
Planta
perenne de rizoma tuberoso subterráneo, que da origen a hojas
pecioladas sagitales, a veces salpicadas de manchas oscuras. Estas
hojas envuelven el bohordo floral rematado por una espata en forma de
cuerno que protege la propia inflorescencia (espádice). En la base del
espádice se encuentran las flores con pistilos y arriba las flores con
estambre el espádice desprende un olor repugnante para los humanos,
pero que atrae a los insectos polinizadores. Los frutos son bayas
rojas. Toda la planta es venenosa aunque desaparezca esta toxicidad
con el calor. El aro existe en Europa central y meridional y, de forma
esporádica, en los bosque húmedos del fondo de los valles y en los
matorrales, tanto en el llano como en la montaña. Antiguamente, estaba
considerada como una planta mágica y cultural. También se la mezclaba
con la harina de panadería. En esta planta se recoge el rizoma (rhisoma
ari). Después de extraerlo de las tierra se debe lavar a fondo, pelar
y cortar por la mitad en el sentido longitudinal para luego dejarlo
secar sobre cañisos o colgado con cuerdas.
Contiene un
glucósido tóxico, la azonina, saponina, almidón y oxalato cálcico, que
le confiere un sabor muy fuerte. Raras veces usados en nuestros días
pero aparece frecuentemente en la medicina medieval donde era
consumido en forma de polvos (junto con el ácoro, la pimpinela, la
canela, el ajenjo, la madera de enebro y el azúcar) en el tratamiento
de los trastornos gástricos a razón de una punta de cuchillo antes de
las comidas.

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