16) COCA

Nombre científico: Erithroxylum coca L.

 

Nombres Populares: coca, coca boliviana

 

Aspectos Botánicos y Generales: La hoja de coca proviene de especies arbóreas andinas entre las que se conocen más de 200 correspondientes al género Erythroxylon, pero las económicamente importantes y cultivadas son dos: la E.coca Lam var. Coca. y la E. Novogranatense Hieron pertenecientes de numerosas  variedades silvestres emparentadas con estas dos especies en las regiones de Perú y Bolivia, hace de ambos países los máximos exponentes de su cultivo, domesticación y consumo.

La coca es un arbusto perteneciente a la familia de las Erythoxylaceas, que puede alcanzar los 5 metros de altura; aunque en cultivo suele podarse para mantenerlo a ulna altura constante de 2 metros. Se caracterizan por ser  angiospermos y dicotiledóneos, con hojas sencillas ovaladas dispuestas en forma simétrica, que alcanzan unos 4-8 cm de largo y flores actinomorfas. Los frutos son de color pardo rojizo, de ahí su denominación de Erythroxylácea.

La E. Coca se cultiva en Bolivia, Perú y Ecuador, sobre todo en las regiones tropicales Del este con alturas que van desde los 500 a los 2000 metros. También se cultiva en Taiwán, Sri Lanka e Indonesia. Si bien es comun relacionar a la hoja de coca con el consumo de cocaína, debe señalarse que esta planta ha constituido un cultivo tradicional de más de 4000 años de historia en los territorios andinos de Sudamérica.

Hoy  en día, la coca pasa por una situación difícil para los gobiernos andinos debido a la presión norteamericana en el sentido de eliminar o reemplazar dichos cultivos, tarea que hasta el momento arrojó magros resultados debido a la baja utilidad que brindan otros tipos de cultivo (frijoles, arroz o frutas). Sin embargo, el gobierno peruano actualmente esta incentivando el cultivo de especies con enorme valor terapéutico (Uña de gato. Sangre de Grado) a efectos de seducir al campesinado con una alternativa también rentable y menos peligrosa.

A principio de los años ochenta, las presiones del gobierno y la sequía indujeron a mas de 11.000 indígenas bolivianos a desplazarse hacia la región tropical del Chapare, más precisamente al Parque Nacional Isiboro-Secure, para continuar con sus cultivos de coca. En este sentido, se ha creado un ente no gubernamental llamado "Ayuda en Acción" cuyo proyecto es el de explorar los recursos de esta zona tropical. Para ello, se está capacitando a los indios aymará en perfeccionar las técnicas agrícolas de cultivo de otras especies abundantes en esta región y así, dejar de depender exclusivamente de la coca.

Otra solución intermediaria creada por los gobiernos fue la de establecer zonas legales de cultivo que abastecieran el consumo normal de su población, ya que es imposible eliminar algo que está tan arraigado en la cultura de esta gente.

Debido a ello, el gobierno boliviano declaró el cultivo legal de coca como artículo de primera necesidad para los obreros de las empresas mineras y ferroviarias, a través de un decreto fechado el 4 de agosto de 1940. Asimismo, los gobiernos de Perú y Bolivia se aunaron en el proyecto de investigación de la hoja de coca con fines medicinales, acuerdo llevado a cabo por los presidentes Fujimori y Paz Zamora en el puerto de Ilo, Perú.

Sin embargo, continúan los cultivos en zonas ilegales, tarea complicada de controlar debido a las dificultades de acceso en determinadas zonas geográficas. No obstante, numerosos investigadores se han preocupado en establecer las diferentes propiedades medicinales de la hoja de coca, a efectos de interpretar su uso ancestral y de evaluar alguna utilidad farmacológica futura, mas allá de las conocidas, habiéndose llegado a interesantísimos resultados (ver luego Acciones Farmacológicas del masticado de coca).

 

Parte Utilizada: Las hojas. El consumo total anual de hojas de coca en la región del altiplano alcanza los 10 millones de kilogramos. Los masticadores prefieren utilizar la hoja proveniente de la región de los Yungas, ya que es considerada mas dulce que la correspondiente al territorio de Chapare. La región subtropical de los Yungas forma terrazas inclinadas que incrementan la adaptación de la coca y permite ser cosechada cuatro veces al año con una duración por arbusto de treinta a cuarenta años. En cambio, las hojas más amargas son destinadas a la fabricación de la pasta base para la elaboración de cocaína, siendo en consecuencia Chapare un territorio apto para los cultivos clandestinos.

 

Historia: Si bien la historia documental de la hoja de coca comienza con la llegada de los españoles, distintos estudios arqueológicos sitúan su cultivo en América entre 2.000 y 4.000 años antes de Cristo. Fue muy utilizada por los incas, a nivel de las castas superiores (realeza, sacerdotes, curanderos) como así también a los mensajeros que recorrían distancias diarias de hasta 250 km masticando estas hojas. Su uso se fue extendiendo poco a poco hacia otras latitudes.

En 1499 durante un viaje por las actuales costas de Venezuela, Américo Vespucio da cuenta del "hinchamiento bucal" de los indígenas que había podido divisar y lo documenta en 1504 de la siguiente manera:

 

"Los rostros y gestos eran los más desagradables que se puedan imaginar. Todos tenían sus mejillas infladas por una hierba verde que ellos rumiaban como bestias, al punto que apenas podían hablar. Cada uno llevaba colgado en su cuello dos especies de calabazas huecas, que estaban llenas, una con la hierba que tenían en la boca, y la otra con harina blanca que parecía polvo de huesos reducidos. Cada tanto, ellos introducían un palillo que antes humedecían con su saliva y se lo llevaban enseguida a la boca."

 

Otros documentos posteriores de historiadores españoles (De León, Acosta, De Matienzo, Muñía, De la Bandera, Molina, etc.) reafirman o señalado por Vespucio. En ellos se coincidía en señalar el uso de esta hoja con sentido ceremonial pero inútil a la vez desde el punto de vista terapéutico, e incluso se señalaba su uso como pernicioso espiritualmente ya que ella era la "culpable" del alejamiento del cristianismo por parte de los indígenas.

La Iglesia Católica decidió prohibir la masticación de coca en el nuevo imperio alegando que se trataba de una argucia del diablo". Pero la extenuación y el decaimiento experimentado por los nativos esclavizados hicieron rever esta situación, al punto que la misma iglesia monopolizaba y comercializaba el expendio de hojas a los nativos. Se calcula que la ingesta diaria alcanzaba los 60 gr, de los cuales el organismo absorbía entre 100 y 200 mg del principio activo, una cifra que hoy día se puede considerar abusiva.

Es así que Garcilaso de la Vega fue el primero en investigar y descubrir sus propiedades terapéuticas atribuyéndole un poder defatigante y benéfico para soportar la altura. Incluso, poco tiempo después de su llegada a Cuzco en; 1533, Pizarro descubre a algunos de sus hombres masticando hojas de coca en secreto. Otro aspecto interesante es señalado por el historiador Boliviano Antonio Diaz Villamil en su obra “Historia de la Medicina en Bolivia”... Cuando el indígena era esclavizado, la coca sale del altar de los dioses y se convierte en un bálsamo para su dolor".

Los nativos tienen sus propias creencias sobre el origen de la coca, y existen dos versiones: la leyenda quichua y la leyenda aymará.

La leyenda quichua refiere que coca era una hermosa india que vivía en la aldea de Colcasuyo. Era muy desprejuiciada y no tardó en descubrir la atracción que provocaba su cuerpo, ofreciéndose al mejor postor. Muchos se quejaban de la inusual actitud de esta mujer, llevando sus quejas hasta el mismísimo rey Inca.

Éste decide consultar con los adivinos de la corte quienes recomiendan al rey Inca el inmediato sacrificio de "Coca". Es así que Cuca es capturada, asesinada y descuartizada en cuatro pedazos, los cuales fueron esparcidos en una amplia área.

Quienes visitaban los distintos lugares donde fue enterrada coca observaron que en dichos sitios comenzaba a crecer un arbusto que los pobladores denominaron con el mismo nombre de la joven sacrificada.

En cambio la leyenda aymará relata que los pobladores de la región de los valles de Bolivia, a fin de preparar la tierra para la siembra, habían quemado gran cantidad de árboles. Fue tal el incendio, que el humo provocado llegó a tapar los cerros Illimani y Mururata, muy apreciados por el dios Khunu, quien se enojó y pronosticó calamidades a los pobladores en cuestión.

Fue así que se sucedieron las lluvias y se inundaron los campos. Los pobladores trataron de huir y en su afán por escapar perdieron el rumbo ya que habían desapareado las rutas que solían transitar. Ya exánimes, ubicaron frente a ellos una serie de arbustos con bonitas hojas que no dudaron en arrancar y masticar. Fue así que recuperaron las fuerzas perdidas y reiniciaron su actividad. A este arbusto lo bautizaron con el nombre de “árbol de la coca”.

Hasta mediados del siglo XIX la coca era desconocida en Europa y USA y su descubrimiento es obra del químico francés Angelo Mariani quien comercializó un vino elaborado con extractos de la hoja que fue muy popular en esas latitudes. Este éxito inspiró a algunas compañías farmacéuticas para la elaboración de una bebida refrescante, lo cual dio inicio a la creación de la Coca-Cola (M.R).

Sin embargo, las presiones sanitarias sobre el descontrol que ocasionaba la coca indujeron a la Coca-Cola a suprimirla de su fórmula original.

De acuerdo con un informe de la International Narcotics Control Board surgido en 1981, la Coca Cola se había unido a una compañía productora de anestésicos (la Stephan Chemical) y tenían en stock cerca de 2.000 toneladas de coca para abastecer sus necesidades industriales. Lentamente U.S.A. deja de comprar coca a Bolivia y comienza a producirla y cultivarla en California, aunque las cifras eran desconocidas.

Hoy día, se ha levantado la prohibición de utilización de coca en las bebidas colas y Estados Unidos vuelve a comprar anualmente 204 toneladas de coca para la elaboración de sus bebidas.

El alcaloide puro es aislado por primera vez por Albert Niemann en 1859, quien trabajaba en el laboratorio de Friedrich Wohler, uno de los fundadores de la química orgánica (algunos historiadores citan a Friedrich Gaedecke como su descubridor en 1855). Niemann pudo observar que esta sustancia tenía un sabor amargo y, lo más llamativo, anestesiaba o dejaba insensible la lengua durante unos minutos. Con este antecedente, Von Anrep en 1880 introduce subcutáneamente cocaína y observa que la piel subyacente era insensible al pinchazo de un alfiler. De esta manera se inicia la primera sugerencia del uso de cocaína como anestésico.

En 1884, Sigmund Freud (1856-1939) analiza los efectos de la cocaína a nivel del sistema nervioso central. Descubre que es un poderoso estimulante y señala que la absorción de 60 mg de cocaína por vía inhalatoria provoca efectos euforizantes y energizantes. Cree así que sería conveniente para tratar casos de histeria, cefaleas y la adicción a la morfina que casualmente padecía un colega suyo. El resultado fue parcial: le eliminó la adicción a la morfina a su colega, pero le creo una nueva: a la cocaína. Incluso el mismo Freud terminó siendo adicto a la misma creyendo que estaba en presencia de una "sustancia mágica", tal el nombre que él mismo le designó.

En ese mismo año Koller introduce el uso de la cocaína como anestésico ocular y Hall hace lo mismo pero en el campo de la odontología. En 1885 Halstead y Corning la sugieren en el amplio campo de la cirugía a raíz del éxito obtenido en anestesia raquídea en perros de experimentación.

Es bueno señalar que a Halstead se lo conoce como el "padre de la cirugía moderna". Fue el primero en utilizar la mastectomía y linfatectomía en canceres de mama y diseñó un modelo operatorio para hernias inguinales que reflejo notablemente los porcentajes de mortalidad en esos pacientes. Sin embargo, sus estudios sobre la cocaína lo convirtieron en un adicto al igual que muchos de sus discípulos.

Un día, un amigo entrañable de Halstead, al observar el grado de deterioro en que se encontraba este, decide invitarlo a dar un paseo en un crucero. A las pocas horas Halstead comienza a desesperarse por la falta de cocaína y asalta el almacén de medicamentos del crucero. No se lo podía controlar, hasta que se decidió darle un fuerte narcótico y dormirlo. Es así que una vez en tierra se lo interna en una clínica psiquiátrica en la que permanece varios meses.

Al salir de la misma, su amigo le consigue un puesto de investigador en la ciudad de Baltimore donde sienta las bases para la creación de la escuela de cirugía Johns Hopkins. Sin embargo, a los seis meses vuelve a reincidir y es nuevamente internado. Durante este período cambia su adicción cocainómana por la morfina. Deja el hospital y reinicia finalmente y de manera exitosa sus clases de cirugía, siendo así el cirujano mas renombrado de fines del siglo anterior.

La moda de consumir cocaína se circunscribía desde los círculos más selectos hasta en el terreno de la ficción. Por ejemplo, el escritor inglés sir Arthur Conan Doyle, hace mención de las preferencias de su personaje Sherlock Holmes hacia esta droga. Hacia fines de siglo se comercializaban bebidas con pequeñas cantidades de cocaína: Coca-Cola y Vin Mariani.

El hallazgo de sustitutos sintéticos culmina con la aparición en 1905 de la procaína, aunque su eficacia como anestésico es menor, debiéndosele añadir epinefrina para incrementar su efecto vasoconstrictor. El empleo de procaína como anestésico tuvo su período de auge en la década del '20 cuando se había prohibido la utilización de cocaína. Sin embargo, con el correr del tiempo es abandonada la procaína con estos fines y varios años mas tarde la Dra. Asían de Rumania descubre sus poderes revitalizantes con resultados exitosos.

A principios de los años sesenta resurge el consumo de cocaína extendiéndose cada vez más en los años venideros. En los ‘80 surge el crack: cocaína en forma de base libre, la cual se inhala fumando, alcanzando el sistema nervioso central en muy pocos segundos (a diferencia del clorohidrato de cocaína que se administra en forma intranasal en menor medida, intravenosa).

El agregado de sedantes o estimulantes anfetamínicos ha originado un nuevo producto conocido en la jerga como éxtasis.

El aumento del consumo de cocaína motivó que los campesinos de las zonas del altiplano comenzaran, a modo de subsistencia, a cultivar la coca. La misma es recolectada hacia laboratorios clandestinos en donde es triturada junto a otros productos químicos para la elaboración de la pasta. De aquí parte hacia Colombia en donde es procesada hasta convertirla en polvo y finalmente es contrabandeada hacia Estados Unidos y el resto del continente.

En Perú, la zona donde más fuertemente se ha instalado el narcotráfico es Timbo María. Se calcula que el 80% de sus habitamos tienen o han tenido conexiones con narcotraficantes, o viven de los cultivos clandestinos. Solamente en Perú se producen entre 300 y 400 toneladas anuales de cocaína, de las cuales solo el 10 % es incautada por autoridades policiales.

La gran mayoría de lo producido finaliza en Estados Unidos calculándose que, por día, 5.000 personas inician su adicción. Tanto los cultivadores locales de coca como los consumidores del primer inundo visen con problemáticas diferentes. Decía Jack Cousteau en uno de sus documentales: "...unos lo hacen para subsistir en la vida, otros lo hacen para evadirse de ella...".

Las razones políticas implícitas en esta problemática, pueden quedar resumidas en el pensamiento de un docente primario peruano: “…La coca es una respuesta cultural al Imperialismo. Con este sistema han misereado y matado gente de nuestro pueblo. Con la coca les devolvemos la gentileza…”

 

Composición Química:

Alcaloides (0,5-1,5%): hasta la fecha se han descubierto 18 alcaloides aunque existe mucha variabilidad entre los ejemplares seleccionados. Entre los mas importantes tenemos los esteres de la ecgonina: cocaína (metil-benzoil-ecgonina) cuya concentración oscila entre un 30 y 50%, cis-cinamilcocaína (metilcinamilecgonina), trans-cinamilcocaína, alfa truxilina y beta-truxilina; y los esteres de la pseudotropina: tropa-cocaína (benzoil pseudotropina). Solamente los derivados de la ecgonina tienen importancia comercial.

Recordemos que la procaína constituye una forma sintética de presentación, mientras que la llamada pasta de coca (40-70% de cocaína) se obtiene a partir de las hojas por extracción con ácido sulfúrico, alcalinizando luego con carbonato y extrayendo nuevamente con querosén.

Otros: El resto de los componentes está conformado por proteínas minerales (calcio fundamentalmente), flavonoides (rutina e isoquercitrina), toninos (ácido clorogénico o cocatanino), aceite esencial (salicilato de metilo en las hojas frescas), pirrolidinas (higrina, cuscohigrina) y vitaminas.

La  cocaína es un éster del ácido paraaminobenzoico y su principal acción es de anestésico local, bloqueando en forma reversible los canales de sodio de la membrana axonal, impidiendo así el paso del impulso nervioso y de la sensación de dolor. Utilizada inicialmente en cirugía ocular, fue lanzada al mercado farmacéutico por el laboratorio Merk.

La mayor cantidad de alcaloides se encuentra en las hojas de coca provenientes de la zona de Chapare (Bolivia), región donde se ha asentado fuertemente el narcotráfico; sus hojas son un tanto amargas y utilizadas para la elaboración de pasta base. Las hojas provenientes de los Yungas de La Paz son mas dulces y con menor contenido en alcaloides, y son mas agradables para el masticado.

La fecha de cosecha parece influir en cuanto a la concentración de los distintos alcaloides presentes en la hoja, tanto en los Yungas como en Chapare. El contenido de alcaloides es mayor en la estación seca que en la estación de lluvias. Las hojas que mayormente se recolectan son las jóvenes y suaves al tacto.

Las diferencias existentes entre las hojas de ambas zonas las podemos sintetizar en el siguiente cuadro:

           

 

 

  Cosecha

Promedio Del compuesto dosificado en gr/% de hojas secas para la cocina

 

Idem para la cis-cinamil-´cocaína

 

Idem para la trans-cina-milcocaína

Yungas (diciembre)

Chapare (diciembre)

Yungas (febrero)

Chapare (marzo)

Yungas (mayo)

Chapare (junio)

0.327

0,318

0,496

0,530

0,599

0,507

0,0160

0,0205

0,0118

0,0177

0,0079

0,0096

0,0030

0,0031

0,0050

0,0056

0,0031

0,0050

Fuente: Trabajos realizados por los institutos bolivianos U.M.S.S ORSTOM e I.B.B.A                                             

 

 

En cuanto a la composición de los principios activos de hojas de coca de otra procedencia, existen algunas diferencias. Por ejemplo, la coca de Jara (Indonesia) tiene un mayor porcentaje de alcaloides esterificados, de los cuales menos de un tercio es cocaína (1-2%). La mayor parte del resto esta constituido por cinamoilocaína.

En cambio, la coca de Trujillo (Perú) tiene un contenido menor de alcaloides esterificados, aunque el porcentaje de cocaína de la mezcla es superior (hasta un 75%). Si bien ambos ejemplares son botánicamente iguales, la diferencia radica en el grado de madurez de ambos productos, ya que la de Java se cosecha en un período precoz de maduración obteniéndose una mayor cantidad de bases de ecgonína útiles para la síntesis parcial de cocaína.

 

Acciones Farmacológicas: La aislación de la cocaína a mediados del siglo XIX abrió las puertas a las formas actuales de consumo (aspiración nasal e inyección) dejando de lado las formas tradicionales: masticado, infusión o el acto de fumar hojas de coca.

Las formas de presentación para el consumo son dos: como clorhidrato o como alcaloide altamente purificado. La forma de clorhidrato si bien es termolabil también es soluble en agua, lo que facilita su preparación para uso nasal, bebible o inyectable. En cambio la forma de alcaloide altamente purificado también se emplea por vía inhalatoria y es la base de lo que hoy se conoce con el nombre de crack.

Al igual que las anfetaminas, la cocaína es un poderoso inhibidor de la recaptación de catecolaminas (adrenalina y noradrenalina) y denomina en las terminales presinápticas, con la consiguiente acumulación de neurotransmisores en el espacio post-sináptico lo que origina: taquicardias, hipertensión y vasoconstricción.

De acuerdo con estudios realizados con marcadores radioactivos, la cocaína se fijaría en lugares específcos de la corteza cerebral como ser terminaciones serotoninérgicas y dopaminérgicas del núcleo del estriado. Asimismo, puede facilitar la estimulación de receptores dopaminérgicos a través de agonistas e incrementar así la activación de la adenilciclasa. Esta falla en la recaptación de dopamina activaría las vías dopaminérgicas de las áreas mesolímbicas y mesocorticales, responsables de la sensación de euforia que experimentan estos pacientes.

En cobayos conectados a un sistema de infusión de cocaína activado por el movimiento de una palanca visible para el animal, se pudo observar que cuando se lesionan las terminales nerviosas del complejo amigdalino o el área correspondiente al núcleo accumbens septi (áreas de gran influjo dopaminérgico), el animal pierde interés por la droga y no acciona la palanca. En cambio, si las lesiones se realizan sobre estructuras dopaminérgicas que no formen parte de esas zonas, como ser el núcleo estriado, los cobayos vuelven a tener interés en un nuevo su ministro y saltan moviendo la palanca.

La cocaína modula las funciones cerebrales relacionadas con la esfera cognitivo-afectiva, mejorando el estado de ánimo, dando sensación de bienestar y euforia intensa. Los pensamientos y las palabras brotan en cascada (taquipsiquismo), aunque no siempre la coherencia se mantiene. Esto lleva al individuo posteriormente a querer repetir la experiencia, lo cual con el tiempo comienza a modificarse.

El uso continuado de cocaína agota la secreción del neurotransmisor, lo cual lleva a una sensación de angustia y decaimiento que perdura mucho tiempo. Algunos cocainómanos expresan sensaciones o presentimientos de muerte inminente así como ataques de pánico.

En consecuencia, se puede afirmar que dentro del sistema límbico, el núcleo acciiifilfens septi y la amígdala son las estructuras cerebrales decisivas para tres efectos importantes de la cocaína: la euforia, las alteraciones de la conducta inherentes al consumo excesivo y el síndrome de abstinencia. El neurotrasmisor dopamina jugaría un papel clave en ello.

La actividad electroencefalográfica observada en animales de laboratorio tras ser inyectados con cocaína demuestra ondas de alto voltaje (entre 20-60 Hz) en las regiones correspondientes al sistema límbico y olfatorio, lo cual puede explicar los episodios de convulsiones y psicosis que experimentan algunos adictos.

La cocaína es un gran reforzador de conductas aprendidas que conllevan a la autoestimulación y la autoadministración, posiblemente a través de la activación de vías dopaminérgicas correspondientes a las citadas áreas del mesocortex y mesolimbo.

Los efectos euforizantes a nivel del S.N.C. son muy similares a los de las anfetaminas, pudiendo ser indistinguibles para algunos adictos: reduce la sensación de fatiga, incrementa la actividad picomotora y da sensación de bienestar y poder.

Cabe resaltar que la cocaína interfiere con todos los impulsos que llegan a los órganos, de manera tal que un adicto tiene "contaminado" (por así decirlo) todo el organismo. También se altera en estos pacientes la recaptación de serotonina y de su precursor, el triptofano, lo que conduce a una alteración del ciclo sueño-vigía llevando al paciente a prescindir del sueño reparador.

A nivel de los nervios periféricos la cocaína reduce la permeabilidad al sodio lo cual interfiere con el inicio de la propagación del sistema nervioso, favoreciendo así la sensación de anestesia. A nivel de la función sexual hay un aumento inicial de la libido que con el correr del tiempo conduce a una disminución del potencial sexual por inhibición y anestesia medular.

Esto explica los casos de sobredosis para manutener o incrementar el deseo sexual a medida que el mismo va disminuyendo.

Suele haber una ligera hipertermia por vasoconstricción periférica, llevando a la sangre y al metabolismo, a concentrarse sobre los órganos virales. La glucosa en sangre tiende a aumentar durante el uso continuado, como así también el peligro de trombosis circulatoria.

Resulta interesante un estudio llevado cabo por cardiólogos de Dallas (U.S.A) sobre 40 fumadores con coronariopatías, en donde se observó una reducción del calibre en las arterias coronarias significativamente mayor con el uso de cocaína que con el del tabaco. En aquellos pacientes que fumaban tabaco, y a su vez eran adictos, el efecto reductor del diámetro de las coronarias era aún mayor.

Las sensaciones experimentadas con el uso de cocaína tienen escasa duración, aún a través de las vías inyectables, por lo que el adicto tiende a reinyectarse a menudo. Finalizada la sensación "placentera" sobreviene un estado de laxitud y cansancio general. En cambio, en aquellos casos de adicciones crónicas surgen manifestaciones de inquietud, mareos, vómitos y temblores que pueden llevar hasta convulsiones tónico-clónicas. Los electroencefalogramas previos por lo general no "avisan" sobre el posible surgimiento de una actividad convulsiva.

Con el transcurrir del tiempo, el paciente va requiriendo mayores dosis para mantener los efectos buscados debido al fenómeno de tolerancia que inevitablemente surge, aunque no se llega a una dependencia física.

Concomitantemente aparecen los fenómenos de toxicidad (dosis cercanas al medio gramo) que se manifiestan con alteraciones en la vigilia y el sueño, insuficiencia circulatoria cerebral con pérdida de la memoria, cálculo y concentración (por vasoconstricción), midriasis (debido a su efecto simpaticomimético), aparición de temores, alucinaciones auditivas y visuales y, en casos extremos, psicosis agudas. Cabe destacar que la midriasis aparece desde el inicio de entrada al vicio y es un signo que la distingue de la adicción a la morfina en donde está ausente.

Los anfetaminómanos también presentan midriasis.

Las dosis que median entre medio y un gramo (sobredosis) pueden conducir a la muerte de un adulto por paro cardiorrespiratorio. Poco más de un cuarto de gramo alcanza para matar a un niño entre 12 y 14 años.

 

Los efectos de la cocaína sobre el embarazo y el desarrollo del feto están perfectamente comprobados: existe una mayor cantidad de nacimientos prematuros y desprendimientos placentarios en las mujeres adictas (debido al aumento de las contracciones uterinas por acumulación de catecolaminas).

El transporte de nutrientes a través de la placenta es menor al esperable lo que conlleva a un retraso del crecimiento intrauterino, verificable mediante medición ecográfica. Asimismo se han observado efectos teratogénicos como microcefalia, deficiente desarrollo del prosencéfalo por amnesia del cuerpo calloso y del septum pellucidum, hipoplasia del nervio óptico, disgenesia retiniana, etc.

En cuanto a los efectos deletéreos cerebrovasculares en el feto, se va observado infartos de la arteria cerebral media con la consiguiente hemiparesia, en madres que han  turnado o aspirado cocaína en las 72 horas previas al parto. Este tipo de lesión puede incluso aparecer a partir del tercer trimestre del embarazo. El nivel de lesión arterial por el incremento de catecolaminas que pasan a través de la placenta puede originar hemorragias tanto prenatales como postnatales.

Ocasionalmente, aparece a las 48 hs del nacimiento un cuadro neurológico caracterizado por alteraciones, sueño, irritabilidad, inapetencia e incluso convulsiones que pueden persistir hasta el sexto mes de vida. Los hijos de mujeres adictas tienen alteraciones del mecanismo ventilatorio por lesiones del centro respiratorio, lo que lleva a incrementar el riesgo de muerte subirá del lactante entre 3 y 7 veces.

El examen de orina o del meconio en los neonatos de madres adictas, demuestra la presencia de un metabolito de la cocaína denominado benzoilecgonina.

 

En los adultos, la vía mucosa (nasal, uretral etc.) suele ser la más tóxica ya que evita la función desintoxicante del hígado. Inicialmente el adicto siente una anestesia en la mucosa naza1, alrededor de la boca y la nariz una sensación de frialdad inherente ni efecto vasoconstrictor local. Estas vías suelen dañarse con el uso continuo, pudiéndose observar virtuales "desapariciones" del tabique nasal.

Las dosis de inicio en los "debutantes" (se calcula alrededor de 5.000 diarios solo en U.S.A) varia entre 0,01 y 0,02 grs de clorhidrato de cocaína por vía subcutánea, o el doble o triple de polvo de cocaína por vía inhalatoria. Las manifestaciones iniciales son vastas y variables: sensación de euforia, placer y poder, disminución del cansancio, aumento del deseo sexual, todo lo cual le genera la sensación de estar frente a una droga milagrosa, especie de lámpara de Aladino disponible a sus necesidades en cualquier momento.

En caso de tener que recurrir el médico en forma terapéutica, se aconseja no superar los 50 mg por administración nasal y evitar las formas inyectables. En ciertos países (Alemania y Holanda por ejemplo) se permite el uso bajo control en pacientes irrecuperables, lo que ha motivado una extensa lista de protestas y cuestiones jurídico-sociales.

El síndrome de abstinencia por carencia se presenta con síntomas similares al de las anfetaminas, aunque no tan marcados: picos de irritabilidad que alternan con depresiones profundas; aumento del apetito y por consiguiente, del peso; trastornos de la vigilia-sueno, arritmias cardiacas, etc.

 

Cabe mencionar una diferencia entre lo que se entiende por cocainomanía y cocainismo. La primera expresión corresponde a los típicos casos de adictos a la pasta de cocaína con fines no terapéuticos. En cambio, el cocainismo se refiere al hábito de masticar coca con fines adaptógenos. El masticado de coca no conlleva en ningún caso a sobredosificaciones ni efectos tóxicos como los observados con los derivados sintéticos.

La infusión o mate de coca contiene pequeñas concentraciones de cocaina (observado a través de estudios cromatográficos) cuyo efecto adictivo desde el punto de vista farmacológico es muy pobre.

Incluso existe un estudio llevado a cabo por el psiquiatra Jorge Hurtado en Bolivia, que aconseja el tratamiento de recuperación de cocainómanos a través del masticado de hojas de coca, como reemplazo.

Sobre 50 casos estudiados y tratados entre los años 1984 y 1992, con una duración promedio de 27 meses, observó un airo porcentaje de mejoría, sobre todo en el campo de la readaptación social de cada adicto. Si bien los resultados parecen ser promisorios, llevara un tiempo llegar a la conclusión final.

En cambio, en una clínica psiquiátrica de Perú (según surge de un documental filmado por Jack Costeau) algunos casos extremos son tratados a través de una intervención quirúrgica de alto riesgo; la cingulotomia. Sobre 50 pacientes intervenidos en 1984, el 50% reincidió en la droga al cabo de 2 años en promedio.

 

En casos de intoxicación aguda conviene recostar al enfermo, manteniendo los pies por encima del nivel de la cabeza, para facilitar la llegada de sangre a nivel encefálico. A posteriori, se suministrará carbón activado a efectos de retrasar la absorción de la droga a nivel digestivo. Posteriormente, se recurrirá a sustancias eméticas y laxantes, y se tendrá a mano medicación anticonvulsivante, antiarrítmica y carpa de oxígeno si fuera necesario.

En caso de intoxicación por vía inyectable, se utilizara un torniquete ajustado por encima del lugar de inoculación. Si estas medidas ocurren pasada la media hora del accidente, las probabilidades de eliminar la droga son escasas.

 

Efectos Farmacológicos del Masticado de la Hoja de Coca

 La gran mayoría de los trabajos referidos a la coca, están relacionados con la parte adictiva que provoca su principal alcaloide: la cocaína.

Sin embargo, son muy interesantes los trabajos que hacen alusión al uso masticatorio de la coca, conocido como acullicu o chatcheo, en los diferentes niveles orgánicos.

De estos trabajos surge el replanteo acerca de permitir su uso en las poblaciones que deben adaptarse a condiciones de vida muy duras.

La masticación de la hoja de coca lleva una pequeña ceremonia previa. En primer lugar, se precede a quitar la nervadura de la hoja, la cual puede dañar la mucosa oral. Luego, el resto de la hoja es remojado en la boca (no masticada) a través de la saliva durante algunos minutos.

Una vez, humedecida, se añade una sustancia alcalina (cenizas de chenopodium por lo general) que se colocan dentro de la bola de hoja remojada. Se deja actuar esta mezcla en un costado de la boca masticándola suavemente y el jugo resultante es tragado poco a poco. De esta forma, se mantiene durante horas el bolo de cocaína en la boca mientras la persona va desarrollando sus tareas diarias.

Los estudios realizados por el Instituto Boliviano de Biología de la Altura (I.B.B.A) permiten inferir que el uso masticatorio de la hoja de coca es beneficiosa por varios motivos: aumenta la tolerancia al trabajo especialmente en zonas de al cura cercanas a los 4.000 metros; mejora la espiración y oxigenación pulmonar'; regula el consumo de glucosa en sangre; disminuye la agregación plaquetaria; tendría efectos benéficos desde el punto de vista nutricional; constituía una de las mejoras fuentes de calcio para los huesos y reduce la sensación de hambre.

A continuación, se señalan en forma sintética parte de esos trabajos:

 

Efectos sobre el aparato respiratorio y la adaptación a la altura: Unanue en 1794 fue uno de los primeros nitores que trato de explicar el porqué del uso de la cocaína por parte de los nativos y su relación con la altura. Recién hacia fines de la década del '40 continuaron esos trabajos (Mongo y cols.) llegándose a conclusiones no del todo definitorias.

La falta de adaptación a la altura origina el cuadro de poliglobulina que marca un alto grado de hiposensibilidad respiratoria a los estímulos originados por hipoxia e hiperoxia. Dicho cuadro se observa por lo general en adultos de sexo masculino y en mucho menor grado en adolescentes. Para llegar a una conclusión mas firme, Villenac M., Vareas P. et al. (del I.B.B.A) han estudiado grupos de masticadores de coca con grupos de no masticadores y la respuesta a la altura a través de los siguientes estudios:

 

- Volumen y capacidad pulmonar mediante espirometria.

- Medida de mecánica ventilatoria a través del balón intraesofágico.

- Método de Dejous para medir sensibilidad respiratoria a los estímulos de hiperoxia e hipoxia.

- Medida de saturación de la oxiemoglobina por el método pletismográfico.

- Medida de la frecuencia de pulso por pletismografia.

 

Las conclusiones arrojaron datos interesantes. Tanto las pruebas espirométricas como las de mecánica ventilatoria resultaron similares para ambos grupos (masticadores y no masticadores).

La respuesta al estímulo de hiperoxia (O2) en los masticadores denotó una disminución de la ventilación significativamente mayor que en el grupo de no masticadores. Asimismo la respuesta al estímulo hipóxico demostró un aumento de la ventilación significativamente mayor en el grupo de masticadores.

Las respuestas ventilatorias a ambos estímulos en el grupo de masticadores, demostró ser mayor después del "acullicu".

Existe una relación entre la respuesta ventilatoria y la cantidad de coca consumida, aunque no sucede lo mismo con la edad de la persona. La frecuencia del pulso durante los test de sensibilidad fue menor en los masticadores. Luego del "acullicu" se observó que dicha frecuencia aumentaba incluso por encima del valor de base de los no masticadores, siendo las ondas de pulso mayores en los masticadores.

En definitiva, el "acullicu" tiene efecto estimulatorio sobre los centros respiratorios que responden en mayor proporción a las señales de hiperoxia e hipoxia. El efecto agudo se manifiesta por el aumento de la respuesta ventilatoria a ambos estímulos después del "coqueo".

Dicho efecto estaría en relación a la conocida acción de los alcaloides de las hojas de coca sobre la actividad catecolaminérgica

 

Efectos sobre la ingesta alimentaria: De acuerdo con los estudios llevados a cabo en las comunidades indígenas que mastican coca, la misma no parecería influir en el consumo diario de alimentos.

 

La alimentación en las comunidades rurales del altiplano está sujeta a la producción que realiza el campesino en sus tierras y su posibilidad de intercambio con sus vecinos. Asimismo, la altura juega un papel importante en cuanto el tipo de alimentos que pueda ser cultivado.

De esta forma, el arroz constituye la base alimentaria en zonas cuya altura llega a los 2000 metros. Entre los 2500 y 3000 metros se encuentran los cultivos de maíz, cebada, trigo, papas y habas. Entre los 3000 y 3800 metros, los tubérculos como la papa, constituyen la base alimentaria sustituyendo a los cereales como fuente nutricional básica.

 

La papa es consumida en su estado fresco a esa altura, pero ya cerca de los 4000 metros, prevalece el consumo de la forma deshidratada conocida como "chuño" o "tunta". Por encima de los 4000 metros y hasta la línea de nieve, es de capital importancia el cultivo de las quenopodiaceas tales como la quinua y la cañamua.

En Bolivia, la proporción de nutrientes de la tierra normal diaria en comunidades del altiplano es la siguiente:

Hidratos de Carbono 84%, Proteínas 10%, Grasas 6%. En comunidades peruanas (como la del pueblo de Nuñoa a más de 3.000 m de altura), la proporción de nutrientes es similar: Hidratos de Carbono 86%, Proteínas 8%, Grasas 10%.

De acuerdo con un estudio realizado en la Universidad de Harvard (U.S.A.), la coca contiene sustancias alimenticias. Por ejemplo 100 grs. de coca contienen el doble del contenido de calcio de la leche y provee la cantidad diaria necesaria de vitaminas y minerales.

 

Efectos sobre el ejercicio muscular: Los estudios realizados por el Instituto Boliviano de Botánica de la Altura (I.B.B.A) determinaron que el masticar coca no aumenta la capacidad para realizar mayor cantidad de trabajo o esfuerzo físico, pero si permite una mejor adaptación o tolerancia a los mismos.

Asimismo se comprobó que la concentración de catecolaminas en sangre de masticadores fue más elevada (ya sea en reposo o al final de un esfuerzo submáximo) que en los grupos de no masticadores.

 

Efectos sobre el metabolismo de la glucosa: Se ha observado que, en estado nasal, no existen diferencias cuantitativas en los niveles de glucosa en sangre entre masticadores y no masticadores de hojas de coca. Tampoco existen diferencias a la hora del masticado entre ambos grupos.

Sin embargo, a las dos horas de observación entre ambos grupos, quienes masticaban coca presentaron rasgos significativamente menores de hipoglucemia respecto al grupo no masticador.

El descenso de la glucosa en este último grupo conlleva a una mayor glucogenolisis a partir de los 180 minutos de realizada la prueba, hecho no observado en los grupos masticadores.

La coca no interfiere con la absorción de glucosa a nivel intestinal, ni altera su velocidad.

La disminución de la glucolisis, del consumo de glucosa in vitro y de la glucogenolisis observada en los mascadores habituales sugiere que la coca ejerce un efecto moderador del consumo general de la glucosa.

Se puede resumir entonces que el masticado de coca no provoca alteraciones significativas de los niveles de glucosa en sangre, y aquellos casos de hipoglucemias registradas en nativos del altiplano se deberían en mayor medida a la hipoxia hipobárica determinada por la altitud de esas zonas.

 

Efectos sobre los parámetros hematológicos:

En los anos '70 el I.B.B.A realizó importante estudios relacionados con el uso de coca y la función plaquetaria, especialmente en lo que respecta a la posibilidad de accidentes cerebro-vasculares.

A pesar que los primeros estudios realizados sobre la hoja de coca habían revelado una discreta actividad hiperagregante plaquetaria (hecho que nunca fue comunicado a nivel científico) posteriores estudios revelaron lo contrario: tendría actividad hipoagregante.

A esta conclusión se llegó luego de analizar los parámetros hematológicos (hemarocriro, hemoglobina, agregación plaquetaria con Adenosin 5' Difosfaro y colágeno) de veinte personas de sexo masculino, de las cuales 10 eran masticadores y los otros 10 no masticadores.

Ambos grupos fueron sentados en una bicicleta ergonométrica. Al grupo de consumidores se les dio 50 gr de hojas de coca al inicio de la prueba y a la hora se tomarán muestras de sangre en ambos grupos

En la segunda hora se volvieron a tomar muestras de sanare en ambos grupos.

Los resultados concluyeron que en el grupo consumidor se registraba un aumento de la Hemoglobina y el Hematocrito respecto al grupo no consumidor.

En cambio no existían diferencias en cuanto a la agregación plaquetaria efectuada con la prueba de colágeno. Cuando se realiza la misma prueba pero a través de ADP, se observo que el grupo de consumidores presentaba una disminución de la agregación plaquetaria tanto en la primera hora de esfuerzo como en la segunda hora, no existiendo cambios en el grupo de no consumidores.

En resumen, se puede decir que el “acullicu”  no actúa sobre la eritropoyesis ni sobre la serie blanca, pero sí produce un leve descenso del número de plaquetas y de la agregación plaquetaria.

De esta manera, se puede explicar la baja incidencia de enfermedades trombóticas en los nativos masticadores. La mejor respuesta a la resistencia física en los consumidores estaría determinada por los incrementos de hemoglobina y hematocrito.                         

 

Usos Etnomedicinales: El uso conferido por las comunidades andinas es el de tonificante y antisoroche, es decir, como un paliativo a las duras condiciones atmosféricas que implica la vida a más de 3.000 metros de  altura. Reduce la sensación de cansancio y del frío lo cual permite llevar a cabo, por ejemplo tareas de minería en esas altitudes (los mineros llegan a consumir 380 gr de hojas de coca a la semana). También se la utiliza como estomático, calmante y nutritivo.

La utilización de hojas de coca en Sudamérica con fines “adaptógenos" es de alrededor de tres millones de habitantes (de los cuales las 2/3 partes corresponden a Bolivia), los que en su inmensa mayoría lo consumen a través del mecanismo masticatorio ("acullico" o "chatcheo") en menor medida en forma de infusión ("mate de coca"), elixires y jarabes.

Cabe destacar también que la hoja de coca es utilizada por ciertas comunidades indígenas del altiplano con otros fines: las mujeres encintas a punto de dar a luz mastican coca para favorecer el parto y reducir los dolores.

También existen citas bibliográficas acerca del uso del aceite esencial de coca por parte de los incas, en las trepanaciones craneales y en el (andamiento de piedras para la construcción templos y monolitos. Muchas bolsitas con hojas de coca fueron encontradas en las tumbas incas.

Respecto al uso mágico-religioso, tanto quechuas como aymarás utilizaban la coca para dividir la tierra que iba a ser cultivada en 12 suyos y de aquí determinar el centro o "cuzco"; permitiría optimizar la rotación del cultivo y producción agrícola.

Curiosidades: Los adivinos de estas comunidades, conocidos como “'yatiris”, leen la suerte (a nivel salud, familiar, económico, etc) arrojando de a una las hojas de coca sobre una manta a la vez que recitan plegarias en idioma aymará. De acuerdo con el lado en que caigan las hojas se determinara la suerte del individuo. En general el lado oscuro es positivo y la parte clara de la hoja es negativo.

 

Conclusiones: El complejo problema de la utilización de la hoja de coca debe ser analizado bajo tres aspectos: histórico-ancestral, adaptógeno-terapéutico y adictivo.

En el primer caso, es indudable que no se puede borrar de un golpe una tradición que lleva miles de años y que está incorporada al ámbito cultural de la región del altiplano. En el segundo caso, tampoco se puede negar la necesidad de muchos trabajadores indígenas a adaptarse a las rígidas condiciones climático-atmosféricas que impone la altura, en donde la hoja de coca, sin ser el ideal, actúa como droga paliativa y, a la vez, alimenticia.

En tercer lugar, nadie pone en duda el auge del narcotráfico a través de estructuras clandestinas y su inserción en niveles impensados, como los niveles políticos y militares, con los consiguientes millones de dólares que promueve su tráfico a través del contrabando.

La limitación al cultivo oficial en algunas áreas, o la estrategia de convencer al campesinado a cambiar de cultivos ha logrado escasos resultados. No obstante, el debate continúa pero la verdadera solución únicamente pasará por el grado de concientización que cada uno de los responsables (llámense campesinos, policías, gobernantes, narcotraficantes) adopte frente al deterioro de la condición humana que inexorablemente avanza sin piedad en las postrimerías de un nuevo siglo.

 

FARMACOPEA

 

Coca

Parte empleada: las hojas

Constituyentes activos principales: cocaína, isococaína, benzoilecgonina, cinamilecginina, cinamilcocaína,truxilinas,higrina.

Dosis máxima:

De una vez: 1 gramo

En 24 horas: 8 gramos

 

Cocaína

Cocainum

Ester metílico de la benzoilecgonina levógira

C17 H21 O4 N

Dosis máxima:

De una vez: 0,05 gramos

En 24 horas: 0,15 gramos

 

Extracto fluido de coca

Extractum cocae fluidum

Hojas de coca en polvo semifino: 1000 gramos

Alcohol de 50º:  c.s.

Hasta completar 1000 gramos de extracto fluido

Líquido pardo amarillento

Dosis máximo:

De una vez: 1 gramo

En 24 horas: 8 gramos

 

Tintura de coca

Contiene un 0,006 % de alcaloides

Debe renovarse cada año