37) MEZCAL (PEYOTE)
Nombre
Científico:
Lophophora williamsii (Lemaire) Coult.
(Echinocactus williamsii L.)
(Anhalonium williamsii Engler.)
Nombres
Populares:
peyote, jicuri, jicuriti, camaba, señi, mescal, buttons (Ingl),
anhalonium,etc.
Descripción
Botánica:
Se trata de una especie perteneciente a la familia de las Cactáceas,
caracterizada por presentar una muy corta altura, entre unos 15 y 20
cm, tallo cilíndrico grueso, de unos 5-10 cm de diámetro, grisáceo en
la base y verde ceniza en la parte superior (ensanchada), cubierto por
una especie de pelambre sedosa. La raíz es de grandes dimensiones,
similar a una remolacha. En su zona central presenta una aureola donde
emerge una pequeña flor rosada, gris o amarilla.
El género
Lophophora está representado por tres especies incluyendo al peyote
el cual crece en el estado norteamericano de Texas v también en
México, preferentemente sobre suelos calizos y desérticos.
Parte
Utilizada:
El tallo. Por lo general, el cacto seco se corta en rodajas, siendo su
sabor picante y amargo. Cuando se corta la cabeza de un cacto de
peyote, la planta vuelve a generar nuevas coronas, de ahí que sea
frecuente encontrar peyotes con varios retoños.
Historia:
Los indios americanos consideraban a esta planta como sagrada, aún en
épocas precolombinas, siendo su jugo consumido por los sacerdotes o
hechiceros durante ceremonias rituales, en especial los pertenecientes
a la tribu huicholes. Para este grupo, su consumo esta ligado a la
veneración de una trilogía divina compuesta por el maíz, el venado y
el peyote. Fl cronista español Cárdenas, en el año 159 1, hacía
referencia que los nativos que consumían el peyote en los ceremoniales
"eran poseídos por terroríficas visiones de demonios ".
Otra forma
de consumición era a partir de la masticación de las rodajas
desecadas. Los aztecas le dieron la denominación de peyotl, término
nahuatl que significa aquello que da valor, en referencia a la acción
euforizante y defatigante de esta especie. Consumido por la noche era
utilizado para combatir el insomnio.
En el siglo
XVI el misionero español fray Bernardino de Sahagun (1499-1590)
describe por primera vez los efectos alucinatorios, en especial los
referidos a las visiones coloreadas, la perdida del sentido del tiempo
y el estado de flotación en que incurrían los indígenas. En 1720 fue
prohibido su consumo en todo México. Sin embargo, durante la guerra
civil norteamericana se constata su uso por los indios kiowa y
comanches, e incluso por tribus del norte de Canadá como los saskat
chewan. Finalmente en la década del '60 el peyote alcanzó notoriedad
en los ambientes psicodélicos de Europa y América consumiéndose como
planta alucinógena.
Composición
Química:
Los
principales componentes de este cacto son los alcaloides, en un número
cercano a los 30. Entre ellos se destacan la mescalina y sus
derivados: N-acetil-mescalina y N-metil-mescalina.. También se
encuentran: anhalina (hordenina), anhalamina, anhalanina, anhalonina,
anhaloidina, lofoforina y peyotina (o pelotina).
Acciones
Farmacológicas y Toxicológicas:
Respecto a propiedades medicinales, el peyote no cuenta con atributos
terapéuticos útiles para la salud humana. En cambio, ha sido empleado
casi indiscriminadamente como planta alucinógena y en menor medida
como emética. Sin embargo, cabe señalar que durante la década del '30,
tanto la mescalina como la psilocibina habían despertado el interés
científico, sobre todo en lo atinente al abordaje de las enfermedades
mentales.
Sus
principales alcaloides (mescalina y derivados) corresponden al grupo
químico betaeniletilamina, similares estructuralmente a las
anfetaminas, de donde derivarían sus efectos euforizantes e
inhibidores del apetito. Además producen enlentecimiento de los ritmos
respiratorio y cardíaco, provocando paralelamente sed intensa (Dalton
D., 1979). Diversas investigaciones hallaron que habría receptores en
el SNC para la mescalina y el ácido lisérgico afines a la 5-HO-triptamina,
observándose que el haloperidol puede bloquear las acciones
alucinógenas de la mescalina (Peroukta S. y Zinder S., 1983). .
En cuanto a
la peyotina, la misma ha demostrado comportarse como un potente
narcótico, mientras que la lofoforina presenta una actividad similar a
la estricnina. No se han observado muertes imputables al consumo de
estas sustancias alucinógenas, como así tampoco anomalías ni
malformaciones congénitas en las descendencias de padres consumidores
(Goodman y GilmanA., 1986).
El estado
alucinatorio que provoca el peyote hace referencia a la aparición de
alteraciones visuales y cromáticas, con alucinaciones "paisajísticas
muy coloreadas", llamas ardientes de tonalidades muy doradas y luces
centellantes, todo lo cual hace que se lo denomine en los círculos de
drogadicción "la planta que maravilla los ojos”(Moreau F, 1973). Estos
"viajes alucinatorios" con sensación de flotación no suelen durar más
de 24 horas.
Los adictos
al peyote suelen arrancar la planta sin destruirla, seccionando
cuidadosamente el tallo y trozándolo en forma de pequeñas rodajas,
enhebrándolas como si fuera un rosario y finalmente las secan al sol.
De esta manera quedan conformados una especie de “ botones de color
pardo-grisáceos que al introducirlos en la boca y contactarse con la
saliva, permitan absorberlos fácilmente sin masticar, siendo su sabor
amargo (Amorín J., 1974).
Si bien
estas drogas no pueden recetarse, existe la posibilidad de
solicitarlas bajo la forma de investigación y estudio. En Estados
Unidos debe hacerse el pedido formal a la Drug Enforcement
Administration, Departamento de Justicia (Forma 225) con un protocolo
del uso propuesto.
Curiosidades:
Durante los períodos de sequía, el tallo de este cacto se encoge, la
raíz disminuye de volumen y comienza a retraerse de tal manera que
puede arrastrar hasta debajo del suelo toda la parte aérea. Este "autoentierro"
la protege de una total desecación y de ser comida por los animales
hervíboros. Cuando aparece la lluvia, la planta comienza a emerger
nuevamente hacia la superficie.
El libro
Las enseñanzas de Don Juan del escritor Carlos Castañeda se constituyó
en un best-seller al poco tiempo de editarse, en donde narra con lujo
de detalles los efectos alucinógenos y vivenciales de quienes
consumían este cacto.
Aún hoy la
Iglesia Americana Nativa, una orden religiosa que cuenta con fieles en
México,
Estados
Unidos y Canadá, le confiere al peyote valor sacramental.
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